miércoles, 21 de mayo de 2014

La apariencia social


Por Melvin Lans








Ser artista me ha ayudado a ver todo con una retórica especial y expresar todo con la misma retórica, cuando meditas tanto en un punto, convertirte en lo que meditas es una acción natural, yo miro todo con mucha profundidad, medito en cuanto a todo, y sé que la acción de vivir para ser sociable es importante, pero cuando todas nuestras acciones se hacen solo para encajar en cualquier grupo social entonces tales acciones dejan de ser trascendentes, y nuestra libertad se ve eclipsada por la necesidad de vivir para parecer, y nuestra necesidad de ser lo que debemos llegar a ser disminuye al punto de que nos convencemos de que nuestra apariencia social es todo lo que somos, y nuestra esencia espiritual desaparece, el ser esencialmente espirituales nos hace sentir libres, al ponernos en contacto con el silencio cósmico podemos escuchar sonidos superiores, podemos ver más, y entonces ser especiales, la meditación sin la influencia del espíritu de Dios crea un desequilibrio entre la genialidad y la inteligencia, y ese desequilibrio hace que el hombre se pierda, en la fantasía de una reflexión mal dirigida, hace que su cordura sea alterada, y tal hombre vive naturalmente de acuerdo a lo que se convenció es real, entonces lo bohemio se vuelve típico, lo inatrapable se vuelve abstracto o simplemente conceptual, y lo espiritual inexistente, pero cuando la reflexión va de la mano con el espíritu de Dios puedes ver como dijo Juan Manuel Cabral incluso todas las partículas del átomo más pequeño, y obtienes la verdadera razón, entonces dignificas tu moralidad, defiendes con luz y verdad el afecto natural, vives entonces en paz, porque sientes la necesidad de elevar tu alma, y es imposible que lo logres sin hacer benignos transbordos en alma de los demás, la institución secular no mide la inteligencia como debe, el hombre inteligente no tiene porqué enloquecer, la inteligencia es la gloria de Dios ósea luz y verdad, y yo creería que equilibrio perfecto ósea total sensatez, orden, justo sentido común,  no te llevaría a retroceder mentalmente o a no encajar socialmente, o quizá morir de tristeza.

Hay hombres que han logrado la genialidad pero en su viaje han perdido su juicio entre lo real y lo irreal, la razón más impórtate de conquistar o descubrir, es que al hacerlo te conquistes a ti mismo, eleves tu alma y descubras tu esencia, entonces tu obra tendrá valor eterno, será trascendente.  

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